Las Enseñanzas del Buda: Una Manifestación de Dios


El Budismo es una religión basada en las enseñanzas de Siddhartha Gautama, quien vivió hace unos 25 siglos en lo que hoy es Nepal en el noreste de la India. Él llegó a ser llamado "el Buda", que significa "Despierto", después de haber experimentado una profunda comprensión de la naturaleza de la vida, la muerte y la existencia. En español, el Buda es el iluminado, aunque en sánscrito es "bodhi", "despierto". 

Luego de su iluminación, y durante los restantes años de su vida, el Buda viajó por toda la India y esparciando sus enseñanzas, abiendo el camino a la iluminación a todos por igual. Sin embargo, él no le enseñó a la gente lo que había realizado cuando se iluminó. En cambio, él le enseñó a la gente a alcanzar la iluminación por sí mismos. Él enseñó que el despertar viene a través de la propia experiencia directa, no a través de las creencias y los dogmas. 

En los siglos siguientes luego de la muerte del Buda, el Budismo se extendió por toda Asia para convertirse en una de las religiones dominantes en el continente. Se estima que existen más de 350 millones de budistas en el mundo, lo que hace que el Budismo sea la cuarta religión más grande del mundo. 

El Budismo es tan diferente de otras religiones, y tanto es asi que algunas personas cuestionan si de hecho una religión en lo absoluto. Por ejemplo, el eje central de la mayoría de las religiones es Dios, o una serie dioses. Pero el Budismo no es teísta. El Buda se negó a contestar estas interrogantes; es una cuestión muy personal. El Buda sólo enseñaba aquellas cuestiones que pudieran traer un fin al sufrimiento.

La mayoría de las religiones se definen por sus creencias. Pero en el Budismo, más que creer en doctrinas, invita a tener una relación directa con la existencia, a través de la experiencia personal. El Buda dijo que no debemos aceptar doctrinas sólo porque las leemos en las escrituras, o porque alguien sabio las dijo, ni siquiera él mismo. Sólo se puede creer en aquello que experimentamos directamente. 

El Buda enseñó cómo podemos darnos cuenta de la verdad por nosotros mismos. El objetivo del Budismo llace en la práctica más que en la creencia. 

A aquellos interesados en el Budismo se le dan una serie de doctrinas - las Cuatro Nobles Verdades, los Cinco Agregados, el Noble Octuple Sendero, etc. Uno tiene que entender las enseñanzas y practicarlas. Sin embargo, "creer" doctrinas no es el punto del Budismo. 

Lo que el Buda histórico enseñó fue un método para comprendernos a nosotros mismos y el mundo que nos rodea, de una manera diferente. Las doctrinas no son para ser aceptadas con fe ciega. 

Decir que las doctrinas y enseñanzas budistas no deben ser aceptadas con fe ciega no significa que no sean importantes. Las enseñanzas del Budismo son innumerables, como los mapas a seguir en un viaje espiritual, o un río que conduce al mar. La meditación diaria o la recitación de Sutras (escrituras budistas) pueden parecer sin sentido, pero cuando se practica con sinceridad, tienen un impacto real en tu vida.

Y decir que el Budismo no se trata de creer en cosas no quiere decir que no hay creencias budistas. A través de los siglos, el Budismo ha desarrollado diversas escuelas con doctrinas distintivas, y a veces contradictorias,. A menudo se puede leer que "Los budistas creen" tal y tal cosa, cuando en realidad esa doctrina pertenece sólo a una escuela y no a todo el Budismo. 

Si usted desea aprender sobre el Budismo, le sugiero que deje a un lado todos los supuestos y creencias. Deja a un lado las suposiciones acerca de la naturaleza del ser, de la realidad, y de la existencia. Abra su mente a un nuevo entendimiento. Y recuerda el dicho Zen - La mano que señala a la luna no es la luna. 

El Budismo puede ser abordado como una religión, como una filosofía o como una disciplina o estilo de vida. Y a pesar de las enseñanzas budistas no deben ser aceptadas a ciegas, la comprensión de lo que el Buda enseñó es una parte importante de esa disciplina. 

Las Cuatro Nobles Verdades son:
  1. La verdad del sufrimiento (dukkha) 
  2. La verdad de la causa del sufrimiento (samudaya) 
  3. La verdad del fin del sufrimiento (nirhodha) 
  4. La verdad del camino que nos libera del sufrimiento (magga) 
Por sí mismas, estas verdades no parecer decir mucho. Pero debajo de estas Cuatro Nobles Verdades subyacen incontables capas de enseñanzas sobre la naturaleza de la existencia, el ser, la vida y la muerte, por no hablar del sufrimiento. El punto no es sólo "creer en" las enseñanzas, sino explorarlas, entenderlas, y ponerlas a prueba con tu propia experiencia. 

La Verdad del Sufrimiento - La Primera Noble Verdad a menudo se traduce como "La vida es sufrimiento." Esto choca a muchos, dando a entender que el Budismo es una filosofía pesimista. Pero la palabra "dukkha", en Pali, también se refiere a todo lo que es temporal, condicional, o que está compuesto de otras cosas. Incluso algo precioso y agradable es dukkha, porque eventualmente va a terminar. 

Podemos entender que la vida es impermanente, y eso nos incluye a nosotros. El Buda enseñó que antes de que podamos entender la vida y la muerte, debemos entender el "yo" (el ser).

El Buda enseñó que una persona es una combinación de Cinco Agregados, también llamados los Cinco Skandhas. Estos son: 
  1. Forma
  2. Sensación
  3. Percepción 
  4. Formaciones Mentales 
  5. Conciencia 
Las diferentes escuelas de Budismo interpretan los skandhas de diferentes maneras. Generalmente, el primera skandha es nuestra forma física. La segunda está formada por nuestros sentimientos, emocionales y físicos, y nuestros sentidos - vista, oído, gusto, tacto, olfato. 

El tercera skandha, la percepción, forma la mayor parte de lo que llamamos pensamientos - la conceptualización, la cognición, el razonamiento. Esto también incluye el encuentro que se produce cuando un órgano sensorial entra en contacto con un objeto. La percepción puede ser coceptualizada como "aquello que identifica." El objeto percibido puede ser un objeto físico o uno mental, como una idea. 

El cuarto skandha, las formaciones mentales, incluyen los hábitos, prejuicios y predisposiciones. Nuestra voluntad, u obstinación, también es parte del cuarto skandha, como son la atención, la fe, la conciencia, el orgullo, el deseo, la venganza, y muchos otros estados mentales buenos y malos. Las causas y los efectos del karma son especialmente importantes para el cuarto skandha. 

El quinto skandha, la conciencia, es la conciencia o sensibilidad a un objeto, pero sin la conceptualización. Una vez que existe la conciencia, el tercera skandha puede reconocer el objeto y asignarle un concepto-valor al mismo, y el cuarto skandha puede reaccionar con deseo o repulsión o alguna otra formación mental. El quinto skandha se explica en algunas escuelas como la base que une la experiencia y la vida. 

Por ende, lo que llamaos un "yo (ser - ego), es un compuesto. Cuando las causas y condiciones para que ese "yo" aparezca estan maduras, ese "yo" aparece; cuando las causas y condiciones para que ese "yo aparezca ya no esten presentes, ese "yo" se funde en el todo, como una gota en un océano. Por ende, eso que llamamos "yo" está vacío -no posee una existnecia independiente y permanente. Esta doctrina del "no-ser" o "no-yo" se llama "anatman" o "anatta". 

En resumen, el Buda enseñó que el "ser/yo" no es una entidad integral, autónoma. El yo individual, o lo que podríamos llamar el ego, es un subproducto de los skandhas. 

En la superficie, esto parece ser una enseñanza nihilista. Pero el Buda enseñó que si podemos ver a través de la ilusión del limitado y pequeñ yo individual, experimentamos aquello que no está sujeto al nacimiento y la muerte. 

Todo esto está relacionado con la doctrina del Sunyata o el vacío sobre el cual hemos escrito anteriormente.

La Verdad de la Causa del Sufrimiento - La Segunda Noble Verdad enseña que la causa del sufrimiento es el deseo o la insatisfacción (tanha). Continuamente buscamos algo fuera de nosotros mismos para hacernos felices. Pero no importa el éxito que tengamos, nunca nos quedamos satisfechos. 

El Buda enseñó que esta sed crece a partir de la ignorancia de uno mismo y la verdadera naturaleza de las cosas. Vamos por la vida tratando de aferrarnos a las cosas para conseguir una sensación de seguridad acerca de nosotros mismos y del mundo que nos rodea. Esto incluye no sólo las cosas físicas, sino también las ideas y opiniones acerca de nosotros mismos y del mundo que nos rodea. Luego nos sentimos frustrados cuando el mundo no se comporta de la manera que pensamos que debería y nuestras vidas no se ajustan a nuestras expectativas. 

Las enseñanzas del Buda sobre el karma y el renacimiento están estrechamente relacionadas con la Segunda Noble Verdad. 

La Verdad del Fin del Sufrimiento  - Las enseñanzas del Buda sobre las Cuatro Nobles Verdades a veces se comparan con un médico que diagnostica una enfermedad y prescribe un tratamiento. La primera verdad nos dice lo que es la enfermedad, y la segunda verdad nos dice lo que causa la enfermedad. La Tercera Noble Verdad nos brinda la esperanza de una cura. 

El Buda enseñó que a través de la práctica diligente, podemos poner fin a nuestras ansias y sufrimientos y despertar a la verdadera naturaleza de la realidad. Esto es la iluminación (bodhi, "despertar"). 

La verdad del camino que nos libera del Sufrimiento - Aquí el Buda, como un médico que prescribe el tratamiento para nuestra enfermedad, nos otorga  la medicina del Noble Sendero Octuple. 

El óctuple sendero es el primer medio mostrado por el Buda a través y por el cual se puede alcanzar la iluminación. El Buda mostró este camino en el Dhammacakkappavattana Sutta. 

El Noble Sendero Octuple:
  1. Visión Correcta 
  2. Intención Correcta 
  3. Habla Correcta 
  4. Acción Correcta 
  5. Vivir Correcto
  6. Esfuerzo Correcto 
  7. Atención Correcta 
  8. Concentración Correcta 
El camino se divide tradicionalmente en tres secciones principales: sabiduría, conducta ética y disciplina mental. 
  1. Sabiduría: La Visión Correcta y la Intención Correcta son el camino de la sabiduría. La Vista Correcta no se trata de creer en la doctrina, sino de la percepción de la verdadera naturaleza de nosotros mismos y del mundo que nos rodea. La Intención Correcta se refiere a la energía y el compromiso que se necesita para participar plenamente en la práctica budista. 
  2. Conducta Ética: El Lenguaje o Habla Correcto, Acción Correcta y el Vivir Correcto son el camino de la conducta ética. Esto nos llama a cuidar en nuestro discurso, nuestras acciones y nuestra vida cotidiana para no hacer daño a los demás y cultivar salubridad en nosotros mismos. Esto se manifiesta en los Preceptos. 
  3. Disciplina Mental: A través del Esfuerzo Correcto, la Atención Correcta y la Concentración Correcta, desarrollamos la disciplina mental para cortar a través de la ilusión. Muchas escuelas budistas exhortan a meditar para lograr la claridad y el enfoque de la mente.
El Nirvana Sutra es proclamado por Buda como "único, perfecto, puro ... el más excelente, el más importante de todos los Sutras". La escritura se presenta a sí misma como la comprensión correcta de las enseñanzas budistas anteriores, como las de No-Ser (Anatman) y el Vacío (Sunyata). El "No-Ser" en el Sutra Mahaparinirvana se refiere al ego impermanente, mundano y construido, en contraste con la verdadera individualidad supramundana del Buda. La "Vacuidad" (sunyata) se explica como carente de plenitud de Existencia. Las enseñanzas principales son la Eternidad, el Verdadero Ser, la Felicidad y la Pureza, en contraste con las enseñanzas anteriores que enfatizan la Impermanencia, el No-Ser, el Sufrimiento y la Impureza.

El Sutra del Loto es el sermón del Buda más venerado en todo el Este de Asia y es considerado la enseñanza perfecta del Buda. El Sutra del Loto contiene tres enseñanzas importantes: (1) Siddhartha Gautama, el Buda Shakyamuni, fue un ser mortal y a su vez una manifestación del Buda Eterno. Por ello, el Buda nunca murió, sino que su presencia se extiende a través del tiempo eterno. Así como el Buda se extiende a través del tiempo, igual lo hace su salvación hacia todos los seres. (2) La salvación (el Despertar) es para todos los seres, incluyendo las mujeres y los seres malvados, a quienes se le había negado la posibilidad de alcanzar la Iluminación en sermones anteriores. (3) El Sutra del Loto abarca todas las enseñanzas y prácticas budistas bajo el Vehículo Único (Ekayana), siendo todos medios válidos para alcanzar el Despertar. Esto hace que el mensaje del Sutra del Loto sea eterno, universal y abarcador. Es por esto que es la enseñanza máxima del Buda en el mundo.

El Sutra del Loto nos narra que el Buda Shakyamuni es el Buda Eterno que reside eternamente en la Tierra Pura del Pico del Águila, donde constantemente se encuentra predicando el Dharma (las enseñanzas) y llevando a todos los seres a la salvación (el Despertar). Esta Tierra Pura ha existido, existe y continuará existiendo inclusive cuando el universo sea consumido y renovado en el final de los tiempos.

Todos podemos escuchar y ver al Buda Shakyamuni predicando el Dharma en este momento. Sólo debemos abrir nuestra mente y corazón a la maravilla de la Existencia. Es por ello que el Sutra del Loto es la enseñanza máxima del Buda en el mundo.

Las enseñanzas principales del Nirvana Sutra son:

1) Que el Buda (que trasciende su forma física e histórica) es Eterno, No Cambiante, Increado, sin comienzo, sin fin, firme e indestructible (pero capaz de proyectar manifestaciones de sí mismo en numerosos cuerpos, modos y tiempos, como hemos visto en Sutras como el Sutra del Loto); que él es inmortal, totalmente consciente, omnipresente a través del tiempo y el espacio, así como desasociado del tiempo y el espacio;

2) Que existe un Principio del Buda inmortal, inmanente y trascendente, brillantemente radiante (Budadhatu) o Matriz del Buda (Tathagatagarbha) en todos los seres sintientes, que vincula a los seres con la Budeidad y funciona como la causa del Despertar espiritual (Bodhi), pero que solo los Budas perfectos pueden verlo claramente; este Tathagatagarbha también se llama el Ser (Atman - no egoico, incondicionado, indestructible Supremo del Buda Eterno), que existe en todos los seres (y en todos los fenómenos) - por lo tanto, todas las personas y criaturas poseen uno -y el mismo núcleo inmutable de su ser: la esencia de un Buda, que se permea y abraza a todas las cosas - condicionadas e incondicionadas - y, sin embargo, está más allá de todas ellas, libre de todo proceso y cambio;

3) Que el Buddhadhatu o Tathagatagarbha es la esencia misma (Svabhava) o Dharmakaya (nivel último del ser) del Buda y de todas las personas y criaturas, en contraposición a los cinco skandhas transitorios (elementos mentales / físicos impermanentes del "ego mundano"); el mismo Buda es la manifestación visible del Buddhadhatu y no es menos que el Alma o el Ser inconcebible, lleno de virtud (a veces llamado el "Verdadero Ser" - Satya-Atman), cuya potencia es inherente en nuestro propio cuerpo y mente. Podemos realizar este estado cuando hemos erradicado las kleshas (tendencias negativas mentales, morales y de nuestro comportamiento) de nuestro ser. Los principales kleshas son el deseo apasionado, la ira, el engaño y el orgullo;

4) Que el Nirvana es el estado (Vishaya) de lo Eterno (Nitya), lleno de Bienaventuranza (Sukha), el Ser (Atman) y lo Puro (Subbha), y que estos atributos Nirvánicos constituyen el corazón del Buda;

5) Que la raíz de todas las buenas cualidades es la amabilidad o la bondad amorosa (Maitri), en asociación con la compasión, la alegría empática y la imparcialidad hacia todos los seres; estas cualidades también son inherentes a la Naturaleza del Buda. La aplicación universal de la bondad (Maitri) excluye implícitamente toda posibilidad de odio para cualquier ser en función de su raza, religión, sexo o sexualidad; de hecho, todo odio debe rechazarse como klesha (contaminante moral). En cambio, todos los seres deben ser "considerados como el único hijo de uno" (es decir, debemos verlos con el ojo atento de un padre amoroso);

6) Que los seguidores del Sendero Mahayana (Bodhisattva) deben ser vegetarianos y compasivos con los animales y nunca deben usar el mal como medio para un fin; la compasión y amabilidad que ordena este sutra, incluso explícitamente hacia las hormigas, también (implícitamente) hacen que sea completamente imposible e inconcebible que el Bodhisattva perpetúe prácticas tan mal orientadas y degradantes como la caza o la vivisección (experimentación con animales vivos);

7) Que las enseñanzas de Buda en el Mahayana Mahaparinirvana Sutra (particularmente aquellas centradas en el Tathagatagarbha) No son doctrinas provisionales, de nivel inferior o puramente metafóricas (No necesitan invertirse enfáticamente e "interpretarse" en el opuesto exacto de lo que en realidad estado); No son meras ficciones tácticas; en cambio, son doctrinas definitivas que apuntan directamente a la Verdad Suprema (Paramartha-satya), al Buda, que No es un Vacío o simplemente un proceso "originado de manera dependiente", sino que es la Realidad misma (Tathata), el Gran Ser Inmutable (Mahatman). que carece de toda impermanencia, infelicidad, ignorancia y aflicción, y está dotado de infinitas virtudes y bienaventuranza;

8) Que el noble Sutra Mahaparinirvana es "único", "el máximo de todos los discursos Mahayana", el "Rey más excelente de los Sutras", que revela "el último significado de todos los Sutras", y que incluso al escucharlo las palabras o el nombre pueden producir felicidad y placer y pueden establecer las bases causales para alcanzar el Despertar;

9) Que el noble Mahaparinirvana Sutra posee el poder de producir "beneficio, felicidad y bondad para todos los seres" - con la única posible excepción de aquellos llamados Icchantikas, las personas más espiritualmente engañadas, que menosprecian el sutra y rechazan sus enseñanzas sobre el Tathagatagarbha;

10) Que el Nirvana es la paz suprema y la máxima pureza, y que el Buda, la encarnación del Nirvana, "permanece eternamente, sin cambio"; y que todos los seres, independientemente de cuándo, van a alcanzar el Despertar.

Pero el Nirvana existe desde el principio de los tiempos y no deja de existir en el presente. Sin embargo, muchos seres no lo ven. Sólo debemos abrir nuestros ojos, seguir el Dharma, poner las enseñanzas en práctica, perfeccionar los Paramitas, relaizar el trabajo del Bodhisattva, y poco a poco iremos vislumbrando la verdadera naturaleza de la realidad y del mundo, y entraremos al reino de lo Eterno.

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