El Buda - Una Manifestación de Dios


El Buda, a diferencia de los Mensajeros Divinos, fue una Manifestación de Dios misma en el mundo para encaminar a la humanidad en el camino del bien y de lo correcto. 

La vida de la persona que llamamos el Buda está envuelta en leyenda y mito. El Budismo Theravada (los antiguos) lo ven como un hombre, uno muy sabio, que nació, creció, dejó su vida del hogar y se embarcó en una búsqueda espiritual, buscando eliminar el sufrimiento y la miseria del mundo. El Budismo Mahayana, por otra parte, lo ve como un ser trascendental, la encarnación misma del Universo, que bajó a este mundo para salvar a todos los seres que hay en él. Pero veamos brevemente la historia de quien fue el fundador del Budismo, desde la perspectiva de este mundo.

Aunque la mayoría de los historiadores concuerdan en que el Buda existió, sabemos muy poco acerca de él. La biografía "estándar", dada brevemente a continuación, parece haber evolucionado con el tiempo y fue completada en gran medida por el Buddhacarita, un poema épico escrito por Asvaghosa en el siglo segundo de la EC. 

El futuro Buda, Siddhartha Gautama, nació en el quinto o sexto siglo AEC en Lumbini, en lo que hoy es Nepal. Su padre, el rey Suddhodana, era el líder de un clan grande llamado el clan Shakya. Su madre, la reina Maya, murió poco después de su nacimiento. 

Cuando el príncipe Siddhartha tenía unos pocos días de edad, un hombre santo profetizó que el príncipe sería un gran conquistador militar o un gran maestro espiritual. El rey Suddhodana prefirió el primer resultado y preparó a su hijo para que se encargara de los asuntos de su reino. El rey crió al niño con gran lujo y le protegió del conocimiento de la religión y del sufrimiento humano. El príncipe llegó a la edad de 29 años con poca experiencia y conocimiento sobre el mundo fuera de los muros de sus palacios.

Un día, abrumado por la curiosidad, el príncipe Siddhartha le pidió a un sirviente que lo llevara en una serie de paseos por el campo. En estos viajes, se sorprendió al ver a un hombre de edad avanzada, luego a un hombre enfermo, y luego un cadáver. La cruda realidad de la vejez, la enfermedad y la muerte se apoderaron y consumieron la mente del Príncipe, quien no podía sacrse de la cabeza la idea de que algún día, la vejez, la enfermedad y la muerte llegarían a su padre y a todos los que conocía.

Finalmente, vio a un asceta errante. El sirviente le explicó que un asceta era alguien que había renunciado al mundo en búsqueda de la liberación del miedo a la muerte y el sufrimiento. 

Durante un tiempo, el príncipe volvió a la vida en palacio, pero él no tomó placer en ello. Incluso la noticia de que su esposa Yasodhara había dado a luz a un hijo no pudo complacerlo. El niño fue llamado Rahula, que significa "traba". 

Una noche, deambuló el palacio solo. Los lujos que una vez le había agradado parecían grotescos. Los músicos y las bailarinas se habían dormido y estaban tendidos sobre el suelo, con ronquidos y todos desarreglados. El príncipe Siddhartha reflexionó sobre la vejez, la enfermedad y la muerte: un día les hiba a llegar a todos ellos y convertiría sus cuerpos en polvo. 

Se dio cuenta de que él ya no podía estar contento viviendo la vida de un príncipe. Esa misma noche, él salió del palacio, se afeitó la cabeza, y se cambió las ropas de un príncipe a la túnica de un mendigo. Entonces comenzó su búsqueda de la iluminación. 

Siddhartha comenzó a practicar con grandes maestros de renombre, quienes le enseñaron acerca de las muchas filosofías religiosas de su época, así como la forma de meditar. Pero después de que él había aprendido todo lo que tenían que enseñar, sus dudas y preguntas no fueron contestadas. así que él y cinco discípulos salieron a buscar la iluminación por sí mismos. 

Los seis compañeros intentaron encontrar cómo liberar el sufrimiento a través de la disciplina física - dolor perdurable, conteniendo la respiración, el ayuno casi a la inanición. Sin embargo, Siddharta estaba todavía insatisfecho. Se le ocurrió que al renunciar todo lo placentero él había optado por un camino opuesto al placer - el dolor y la mortificación. Ahora Siddhartha comenzó a considerar un camino medio entre esos dos extremos. 

De repente recordó una experiencia de su infancia, cuando su mente había alcanzado en un estado de profunda paz. El camino a la liberación se encontraba a través de la disciplina de la mente. Se dio cuenta de que en lugar de morir de hambre, necesitaba alimento para recobrar su fuerza y poder seguir su búsqueda. Pero cuando aceptó un cuenco de arrozcon leche de una chica joven, sus compañeros asumieron que había renunciado a la búsqueda y lo abandonaron. 

Siddhartha se sentó bajo una higuera sagrada (Ficus religiosa), conocida por siempre como el árbol Bodhi, y se entregó en la meditación. 

Este episodio de Siddhartha llegó a ser mitificado como una gran batalla con Mara, un demonio cuyo nombre significa "destrucción" y que representa las pasiones que atan y los engaños. Mara trajo enormes ejércitos de monstruos para atacar Siddhartha, quien se quedó inmóvil. Luego, la más bella hija de Mara trató de seducir a Siddhartha, pero este esfuerzo también fracasó. 

Finalmente, Mara reclamó el asiento de la iluminación, diciendo que le pertenecía. Los logros espirituales de Mara eran mayores que los de Siddhartha, dijo el demonio. Los soldados monstruosos de Mara gritaron juntos: "Yo soy su testigo". Mara desafió Siddhartha - "¿quién hablará por ti?". 

Entonces Siddhartha extendió su mano derecha para tocar la tierra, y la tierra misma rugió, "yo misma doy testimonio". Mara desapareció. Y cuando la estrella de la mañana se levantó en el cielo, Siddhartha Gautama alcanzó la iluminación y se convirtió en un Buda. 

En un primer momento, el Buda estaba reacio a enseñar, porque lo que él había descubierto no podía comunicarse con palabras. Sólo a través de la disciplina y la claridad de la mente; tenía que ser experimentado directamente. Pero la compasión le convenció para hacer el intento. 

Después de su iluminación, se fue a Isipatana, situado en lo que hoy es la provincia de Uttar Pradesh, en la India. Allí encontró a los cinco compañeros que lo habían abandonado, y les predicó su primer sermón. Este sermón se ha preservado como el "Dhammacakkappavattana Sutta" y se centra en las Cuatro Nobles Verdades. En lugar de enseñar doctrinas acerca de la iluminación, el Buda decidió prescribir un camino de la práctica a través del cual la gente puede alcanzar la iluminación por sí mismos. El Buda adaptó sus enseñanzas a sus oyentes, de acuerdo a sus condiciones y capacidades. Poco a poco fue revelando su verdadera Iluminación.

El Buda se dedicó a la enseñanza, atrayendo a cientos de seguidores. Con el tiempo, se reconcilió con su padre, el rey Suddhodana. Su esposa, la devota Yasodhara, se hizo monja y discípula. Rahula, su hijo, se convirtió en un monje novicio a la edad de 7 y pasó el resto de su vida con su padre. 

El Buda viajó incansablemente y enseñó hasta su muerte, a los 80 años. Sus últimas palabras a sus seguidores fueron: "He aquí, oh monjes, este es mi último consejo para ustedes. Todas las cosas compuestas en el mundo son cambiables. Ellas no son duraderas. Hagan del Dharma su luz. Trabajen duro para ganar su propia salvación."

La palabra Buda significa "Despierto". ¿Despierto a qué? Despierto a la verdadera naturaleza de la realidad y todos los fenómenos. Buda es el nombre que le asigna el Budismo a un ser despierto, un ser que ha trascendido los límites espaciales y temporales de su existencia y ha podido vislumbrar la total unidad y armonía que rige el universo. Es el título que se le da a este ser que luego de haber experimentado esta transformación espiritual, ha comunicado la misma para el beneficio de todos los seres sintientes, a quienes percibe como parte de sí mismo. Esta transmisión puede ser en el plano físico, y se le llama el Nirmanakaya Buda; o en el plano espiritual, y se le llama en Sambhogakaya Buda. Pero el Budismo nos enseña que la división entre lo espiritual y lo material es sólo un expediente mental.

A un nivel más místico, "Buda" es el nombre que se le asigna a la la realidad abosluta que permea a todas las formas del ser. El término específico para esto es el Dharmakaya Buda. "Buda" es el océano; todos lo demás en el universo, incluyéndonos a nosotros mismos, todas las formas de vida en el universo, los fenómenos naturales, los planetas, las estrellas y las galaxias, son ondas en el océano. "Buda" es nuestra esencia y substancia, pero ¿quiénes de nosotros estamos concientes de esto minuto a minuto, no como una noción abstracta, sino como una experiencia palpable?

"Buda" es también el nombre de aquellos que activamente experimentan esta realidad a cada segundo de su existencia, y pueden actuar de acuerdo las cualidades de compasión, sabiduría y pureza, sin juicios ni preconcepciones -estos son seres iluminados. Los Sutras Mahayanas nos hablan sobre los "Budas de las diez direciones y del pasado, presente, futuro (las tres existencias)". Por esto los Sutras nos dejan saber que incontables seres en el pasado, presente y futuro, no sólo en este planeta, sino en incontables mundos, han experimentado, estan experimentando o van a experimentar esta realidad absoluta, y van a estar capacitados para comunicar esta iluminación.

"Buda" es también el nombre del potencial inherente dentro de todos los seres a alcanzar el Despertar. Esto es llamado "Naturaleza Búdica", y la gran misión del Buda es iluminar a los seres y ayudarlos a despertar a esta conciencia, para que la podamos aplicar a nuestra vida diaria.

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