Las Leyes de la Felicidad
La Felicidad ha sido la elusiva meta de la humanidad por muchos siglos. Una vez el ser humano pudo asegurar su sobrevivencia y logró obtener los elementos necesarios para cubrir sus necesidades fisiológicas básicas de alimentación, reposo, vestimenta y refugio, así como la seguridad, comenzó a expandir sus necesidades personales y sociales hacia la búsqueda de la felicidad.
Existen dos niveles de felicidad, la felicidad individual y la felicidad colectiva. La felicidad individual significa la felicidad de cada individuo, mientras que la felicidad colectiva significa la felicidad de la sociedad y del planeta. La felicidad individual debería contribuir a armonizar y desarrollar a toda la humanidad, que de hecho es la realización de la felicidad colectiva. Necesitamos aprender formas que nos permitan alcanzar la felicidad individual, realizar la felicidad colectiva y mantener la armonía entre los dos. El Sendero Cuádruple Divino es la guía necesaria para alcanzar la Felicidad: Amor, Sabiduría, Reflejo y Progreso.
Los Principios de la Felicidad son los cuatro métodos para liberarnos de las preocupaciones y angustias mundanas, y, al mismo tiempo, un camino moderno hacia la Iluminación accesible para todas y cada una de las personas:
- El desarrollo de un Amor Divino, que trasciende la familia y nuestros allegados queridos y abarca a todos los seres vivientes;
- El estudio que nos permite desarrollar una Sabiduría que nos permite reconocer a Dios en nosotros mismos y en todo el Universo y nos infunde con un sentimiento de propósito, revelando nuestra misión;
- El uso de la Autorreflexión que admite y se disculpa sinceramente con Dios y otras personas por pensamientos y obras equivocadas, y la Meditación, la cual nosp ermite purificar nuestro cuerpo, mente y espíritu para ser un vehículo de la Divina Providencia;
- La búsqueda del continuo Progreso que nos permite progeresar en la vida, material, intelectual y espiritualmente, permitiendo un mayor desarrollo y felicidad para todos.
El Sendero Cuádruple Divino consta de cuatro principios interrelacionados: el Principio de Amor, el Principio de Sabiduría, el Principio de Autorreflexión y el Principio de Progreso:
- El Principio del Amor - El Principio del Amor enseña a las personas a amar a los demás. Esta enseñanza del amor no solo está conectada con la enseñanza máxima de Jesús de "amar a tu prójimo", sino que también se encuentra en las enseñanzas del Buda sobre la compasión. El principio del amor establece que el amor verdadero es el Amor Divino, el amor sin ninguna expectativa o condición es el punto de partida de la felicidad. Es un amor desinteresado, separado de los deseos personales.
- El Principio de la Sabiduría - El Principio de la Sabiduría se centra en la importancia de estudiar la Verdad, la enseñanza que nos brinda la oportunidad de conocer la mente de Dios y captar el verdadero significado de la vida. Este principio enfatiza la importancia de obtener conocimiento intelectual, que a través de las prácticas y la experiencia se convierte en sabiduría. La sabiduría nos ayuda a cortar nuestras preocupaciones y problemas de la vida, conocer el bien del mal y guiar a otros hacia el camino correcto, eliminando toda barrera superficial y uniendo a la humanidad como una sola especie y un solo pueblo.
- El Principio del Reflejo - El Principio del Reflejo enfatiza la importancia de corregir los pensamientos equivocados y devolver la mente a un estado puro, un estado en el que podemos descubrir nuestra Naturaleza Búdica. La Autorreflexión -el componente activo- se basa en el Noble Sendero Óctuple reestructurado para adaptarse a la sociedad moderna. Sin embargo, los principiantes pueden abordar la Autorreflexión como una reflexión sobre su moralidad. Todos cometemos errores; hemos sido bendecidos con la libertad de hacerlo. Esto está permitido porque tenemos la capacidad de corregir estos errores. No podemos retroceder en el tiempo y reparar un jarrón roto, pero lo que sucedió en la mente puede deshacerse. Si te arrepientes de haber hecho algo mal y reflexionas profundamente sobre la acción en tu mente, y tomas pasos proactivos por corrregirlo, entonces el pecado será borrado de tu pasado. Esta es la disciplina espiritual de eliminar las manchas y los empañamientos que cubren la mente y sintonizarla con la Divina Providencia. Al practicar la Autorreflexión podemos aumentar nuestra conciencia, pulir nuestra Naturaleza Divina o Búdica y protegernos de las influencias o posesiones espirituales negativas. La Meditación -el componente pasivo- se basa en la purificación física, mental y espiritual de toda negatividad, para revelar a Dios en nuestro corazón, despertar nuestra Naturaleza Búdica y reafirmar nuestra misión en el mundo.
- El Principio del Progreso - El Principio de Progreso se centra en el constante estudio de las Leyes Divinas de los Mensajeros de Dios y las Virtudes Humanas para refinar nuestro carácter y progresar en la vida, siendo de provecho para la Humanidad, a la vez que obtenemos felicidad a través de la acción positiva y el desarrollo. El progreso es la actitud de desarrollarse uno mismo para alcanzar no solo la prosperidad, sino también la felicidad que se extiende a los demás. Es hacer esfuerzos constantes, usar el tiempo sabiamente y descubrir algo nuevo cada día. En definitiva, es esforzarse por ser una mejor persona y crear una utopía, una sociedad ideal -el Reino de Dios- en la Tierra y merecer unirnos la Vida del Universo.
Si siempre seguimos estos cuatro principios en la vida y perseveramos, podremos regresar a nuestra condición divina. Estos son los principios que aseguran la felicidad genuina cuando se exploran y practican todos los días.