La Revelación Progresiva y las Eras de la Humanidad


Solo hay un Dios, el Creador del universo. Este único Dios tiene control absoluto sobre Su creación (Omnipotencia) así como también conocimiento completo de ella (Omnisciencia). Dios es completamente autosuficiente y existe dentro de Su creación (Omnipresencia), pero le deja libertad a sus criaturas para manifestarse plenamente en su expansión. Él no tiene necesidad de adoración o lealtad humana, por lo que la obediencia que le pide a la humanidad es totalmente para el beneficio de los seres y motivado solo por su amor hacia ellos. Dios es el Ser incorrupto e imperecedero, la energía de vida, que es la fuente de toda la existencia. 

Aunque Dios es trascendente e inaccesible directamente, su imagen se refleja en su Creación. El propósito de la creación es que el creado tenga la capacidad de conocer y amar a su creador. Dios se manifiesta en los Muchos para explorarse a Sí mismo y demostrar su potencial. Todas y cada una de Sus criaturas son un punto de vista y referencia a través y por el cual Él puede manifestarse y explorarse en el Cosmos. 

Dios comunica su voluntad y propósito a la humanidad a través de intermediarios, conocidos como Mensajeros de Dios, que son los profetas y mensajeros que han fundado las religiones desde la época prehistórica hasta nuestros días. Todas las religiones del mundo son manifestaciones humanas - mapas de la exploración de los Muchos hacia el Uno. Las mismas fueron fundadas por Mensajeros Divinos para encaminar a la humanidad por el camino del Reconocimiento y del Bien, para dirigr la evolución de la Creación en su curso correcto. 

Aunque las culturas y religiones humanas difieren en sus concepciones de Dios y su naturaleza, se refieren a un solo Ser. Las diferencias, en lugar de ser consideradas construcciones irreconciliables de culturas mutuamente excluyentes, se consideran como un reflejo a propósito de las necesidades variables de las sociedades en las que se revelaron los mensajes divinos. Ninguna fe o religión, y la concepción asociada de Dios, se considera esencialmente superior a otra desde el punto de vista de su contexto social original; sin embargo, las religiones más recientes pueden enseñar una concepción más avanzada de Dios como lo exigen las necesidades cambiantes de la civilización local, regional o global. Las religiones del mundo son como capítulos en la historia de una sola fe, revelada por los Mensajeros de Dios progresivamente y en etapas.

Existe un Ciclo Universal en el universo que responde a la Revelación Progresiva. El Ciclo Adámico, también conocido como el ciclo profético, comenzó hace aproximadamente 100.000 años con una Manifestación de Dios referida en varias escrituras sagradas como Adán, y terminó con la dispensación de Zoroastro. En este ciclo, las Manifestaciones de Dios continuaron avanzando en la civilización humana a intervalos regulares a través de la revelación progresiva, pasando de un total monoteísmo a un politeísmo, y regresando nuevamente al monoteísmo. Dentro del Ciclo Adámico encontramos el Ciclo de Oro donde se encuentran los mitos y las leyendas de los dioses y los héroes de la antigüedad. El Ciclo Abrahámico corresponde a la revelación de Moisés y culmina con la revelación de Mahoma. Esta revelación refleja la maduración de la revelación monoteísta. La nueva era a la que estamos entrando se llama el Ciclo Cósmico.  En esta nueva era cósmica se estará revelando a la humanidad los requisitos esenciales para pasar a la nueva escala evolutiva, ayudados por la religión (la cual provee las bases para la unión religiosa, cultural y política) y la ciencia (la cual nos proveerá la tecnología para la Evolución Dirigida), para unirnos a la vida del Universo como una  sola Humanidad.

Las Eras de la Humanidad

El Ciclo Adámico
Adán

El Ciclo de Oro
Zoroastro, Akenatón, Krishna, Lao Tzu

El Ciclo Abrahámico
Moisés, Buda, Jesús, Mahoma

El Ciclo Cósmico

Más información: "Las Eras de la Humanidad"

Popular Posts